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Afecciones más frecuentes de las mascotas «Es fundamental la vacunación para evitar algunas infecciones de origen vírico, como moquillo, herpes virus o calicivirus felino» Problemas respiratorios Entre las enfermedades respiratorias más comunes se encuentran el resfriado, el moquillo, la amigdalitis farin- gitis y la amigdalitis, la bronquitis, la neumonía, la tos de las perreras y el asma. Todas ellas están causadas por di- ferentes agentes patógenos (virus, bacterias, toxinas...). Mayoritariamente se transmiten vía aerosoles, y la incu- bación es de 2 a 10 días. Los animales más jóvenes, los inmunodeprimidos y los no vacunados tienen más proba- bilidad de sufrir una infección grave a consecuencia de una neumonía, de la malnutrición o la deshidratación, lo que puede causar incluso la muerte del animal. Síntomas y signos habituales Estornudos, secreción nasal y ocular, lagrimeo, tos, fie- bre, fatiga, pérdida de apetito y letargo. También pue- den aparecer úlceras bucales, excesiva producción de saliva y úlceras oculares. Es importante acudir al vete- rinario sin menospreciar ningún síntoma, puesto que puede tratarse de la manifestación de una enfermedad grave. Posibles causas Los principales agentes patógenos en el caso de los pe- rros suelen ser virus como parainfluenza canina o ade- novirus tipo 2 y bacterias como Bordetella bronchisep- tica y Mycoplasma spp. En los gatos lo más habitual es el virus del herpes fe- lino (FHV por sus siglas en inglés) y los calicivirus. En los últimos años se están detectando otros patógenos gra- cias a los avances en los métodos de identificación mo- lecular. La infección respiratoria más conocida en el caso de los perros es la «tos de la perrera», cuyos brotes se re- portan a escala mundial. Se produce entre perros que conviven en refugios o protectoras. La gripe felina, o in- fección de las vías respiratorias superiores, es una en- fermedad común que puede variar según la gravedad y puede poner en riesgo la vida del animal. En la mayoría de los casos se debe a una infección por un calicivirus o el FHV. Prevención Es habitual que los gatos sean reacios a comer por una alteración del sentido del gusto y el olfato, por lo que son recomendables piensos suaves y olorosos, tipo comida para gatos bebés o pescado en aceite. Si la desnutrición fuera severa, puede ser necesario recurrir a la nutrición enteral mediante sonda, o incluso parenteral, utilizando catéter. Tratamiento En los casos leves, el tratamiento suele ser sintomáti- co. Si el estado de ánimo y el apetito es bueno, no suele «Las enfermedades dermatológicas constituyen uno de los principales motivos de consulta en las clínicas veterinarias, y desde la farmacia se puede contribuir decisivamente en la prevención de estas afecciones» 34 diciembre 2022 – el farmacéutico n.o 616