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«La menopausia representa la transición del periodo fértil al no fértil. Aunque no sea una enfermedad, provoca, en muchas mujeres, síntomas molestos que alteran su vida cotidiana» formación Etapas fisiológicas en torno a la menopausia3 Premenopausia Se puede presentar hasta 10 años antes del cese defi- nitivo de la regla. Se produce un acortamiento de la fa- se folicular del ciclo y se experimentan las primeras irre- gularidades menstruales. Endocrinológicamente existe un pequeño aumento en la FSH, sin cambios en otras hormonas. Transición menopáusica Se produce en el momento en el que aparecen las pri- meras alteraciones del ciclo menstrual y se eleva el ni- vel sérico de FSH, hasta el final de las menstruaciones. Suele ocurrir 2-5 años antes de la menopausia. Al prin- cipio (transición temprana) se caracteriza por ciclos irre- gulares, con hemorragias abundantes y alargadas en el tiempo, y ya cerca de la menopausia (transición tardía) por sangrados abundantes, seguidos de algún ciclo sin regla porque no se produce ovulación. En esta etapa ocurren muchos de los embarazos no deseados porque la mujer se confía y relaja las medidas de prevención. Los síntomas más prevalentes son los vasomotores4 (so- focos, sudoración, calores, enrojecimiento de cara y cuello), insomnio e irritabilidad. Menopausia Hay factores que pueden acelerarla, como el tabaco (has- ta 1 o 2 años), y factores que la pueden retrasar, como el inicio de la menstruación tardía, haber tenido muchos hi- jos, uso tardío de anticonceptivos hormonales, obesidad y herencia genética. Si ocurre antes de los 45 años, se habla de menopausia precoz, y si ocurre después de los 55 años, se habla de menopausia tardía. En ella, la mu- jer comienza a perder progresivamente su función ová- rica y baja la producción de hormonas femeninas (estró- genos y progesterona). En esta fase suelen aparecer síntomas genitourinarios, así como sequedad de la piel y las mucosas. Posmenopausia Una vez establecida la menopausia, se habla de pos- menopausia. En los 5 primeros años, la posmenopau- sia temprana suele acompañarse de una pérdida ace- lerada de masa ósea. Tras esos 5 años, y hasta el final de la vida, se habla de posmenopausia tardía, caracte- rizada por un incremento de la enfermedad cardiovas- cular con un aumento de la hipertensión arterial (HTA), la hiperlipemia, la diabetes mellitus (DM) y la obesidad abdominal, así como de la enfermedad osteoporótica (tabla 1). Recomendaciones nutricionales en la menopausia 1 Aumentar la ingesta de omega-3, como ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), ya que a esta edad se produce una disminución de la actividad de la enzima que los sintetiza. 2 Incrementar en la dieta micronutrientes, como vitaminas B6, B12, C, D y E, y minerales, como calcio, hierro, magnesio y zinc8. 3 A partir de la menopausia, la pérdida de masa ósea puede llegar a un 40-45%, y para prevenir la osteoporosis se recomienda la sinergia entre calcio y vitamina D3. Esta vitamina no procede de los alimentos, sino de la radiación solar9. La recomendación general para mujeres menopáusicas de piel clara es de 10-15 minutos de exposición solar al día, y de 1-2 horas para pieles más oscuras. La deficiencia de vitamina D suele ir ligada a un déficit de magnesio, por lo que también se recomienda aumentar su ingesta, que ayudará a aumentar los niveles de vitamina D y la absorción de calcio. La ingesta recomendada diaria de calcio dependerá del estado fisiológico de la persona (1.000 mg/día en mujeres perimenopáusicas y 1.200 mg/día en posmenopáusicas). En caso necesario, hay que incorporar suplementos dietéticos o tratamientos farmacológicos de calcio y vitamina D. 4 No consumir alcohol o mantener un bajo consumo (solo 1-2 días a la semana y no más de 1-2 copas/día). 5 Incrementar la actividad física a 30-60 minutos al día10. 6 Controlar el peso. 7 No fumar. ©2021 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados junio 2021 – el farmacéutico n.o 600 73