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   Juan de Dios Jódar Farmacéutico titular en la Farmacia Jódar (Valladolid) ¿Por qué soy farmacéutico?  − ¿Por qué decidió estudiar Farmacia? – A los 16-17 años me gustaba mucho la química, pero la in- serción laboral de los químicos no era demasiado buena. Mis padres tenían una farmacia, por lo que para mí fue de- finitivo escoger una carrera afín y que pudiera tener una in- serción laboral más fácil. Más tarde, en cuarto y quinto de la carrera de Farmacia empezaron a hablarme seriamente de medicamentos, y me di cuenta de que me gustaba to- davía más. Estoy contento con la decisión que tomé. − ¿Cómo es su día a día en la Farmacia Jódar? – Conocemos a casi todos nuestros clientes y ellos nos conocen a nosotros, ya que llevamos 50 años juntos. To- do esto tiene más ventajas que inconvenientes: es más cercano, hay más confianza, y el trato lleva a que nos pi- dan consejo y hagan caso de él con frecuencia. Esta far- macia nació en el barrio obrero en que está, en la calle de Linares, en Valladolid. Este barrio se creó para que viviesen los obreros que venían a las fábricas de Renault y Michelin, creadas a mediados del siglo pasado. − De su paso por la corporación farmacéutica, ¿qué destacaría? – Estuve 12 años en la Junta de Gobierno del Colegio Ofi- cial de Farmacéuticos de Valladolid, y los últimos ocho también fui secretario del Consejo Autonómico. Ha sido una experiencia enriquecedora, con momentos muy buenos y otros malos. Destacaría mi participación en el diseño, desarrollo, implantación y despliegue de la re- ceta electrónica en Castilla y León. Este hecho ha sido muy importante en todas las comunidades, por lo que haber participado en él ha sido muy reseñable. − ¿Cree que la farmacia es reconocida como un agen- te sanitario en el proceso asistencial del paciente? – No. Parece una respuesta muy dura, pero creo que, aunque los pacientes valoren el trabajo de su farmacia habitual, esto no ocurre en el conjunto de la sociedad, en la farmacia como establecimiento sanitario. Las ad- ministraciones, con las declaraciones, disposiciones y directrices que han realizado durante esta pandemia, me llevan a pensar que mi opinión es acertada. Ha sido bastante decepcionante. − ¿Qué se podría hacer para cambiar esta realidad? – Creo que el futuro de la farmacia comunitaria es com- plejo y complicado, pero también esperanzador. No creo que la sociedad pueda permitirse infrautilizar un recurso sanitario tan potente como es la red de farmacias, que es lo que está ocurriendo ahora. Estamos infrautilizados, y no es solo culpa de la Administración o de nuestros diri- gentes; los farmacéuticos también tenemos parte de cul- pa. Nuestros directivos han de ser capaces de abrir los ojos a la sociedad civil y a las administraciones. Hay que cambiar hacia una dirección de progreso. − ¿Cómo ve el futuro de la farmacia comunitaria? –Nosécuáleselcaminoquesevaaseguir,perosíel que me gustaría ver, es decir, que la sociedad aprove- che todo el potencial que puede tener la farmacia espa- ñola como establecimiento sanitario, tanto individual como conjuntamente, y con cerca de cien mil personas trabajando. Tenemos mucho que aportar. Esto será be- neficioso para el desarrollo profesional del farmacéuti- co, pero, sobre todo, para la salud de la población. − ¿Cuál es su mayor sueño como farmacéutico? – A mí me gustaría ver una farmacia integrada de forma real en el Sistema Nacional de Salud, y no solo sobre el papel. Me gustaría ver a los farmacéuticos participando en los equipos sanitarios multidisciplinares de todas las estructuras de este sistema. Esto sería muy bueno pa- ra los pacientes y también para la salud pública. l  46 junio 2021 – el farmacéutico n.o 600 «El futuro de la farmacia comunitaria es complejo y complicado, pero también esperanzador» ©2021 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados 


































































































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